Los primeros informes indican que sufrió una lesión grave en el tendón de Aquiles derecho
Tyrese Haliburton sufrió el peor momento durante el séptimo juego de las Finales de la NBA. El base estrella de los Indiana Pacers sufrió una aparente ruptura del tendón de Aquiles en la pierna derecha cuando restaban menos de cinco minutos del primer cuarto, en pleno duelo contra el Oklahoma City Thunder.
El impacto fue inmediato. Haliburton cayó al suelo, golpeó la duela con frustración y no pudo apoyar la pierna. Abandonó la cancha ayudado por el cuerpo médico, entre lágrimas y envuelto en toallas. Posteriormente, se le vio con muletas y una bota ortopédica, despidiéndose de sus compañeros fuera del vestuario. El ambiente fue desgarrador.
Antes de la lesión, Haliburton había iniciado con fuerza: anotó tres triples y se mostraba confiado pese a los antecedentes de una distensión en la pantorrilla derecha que lo había afectado durante la serie. Su esfuerzo por jugar fue enorme: tratamientos hiperbáricos, agujas, masajes, estimulación electrónica y vendajes especiales lo acompañaron durante días.

Apenas ocurrió el incidente, el padre del jugador, John Haliburton, dijo que se trataba de una lesión del tendón de Aquiles, lo cual parecía evidente en las repeticiones. Aunque falta la confirmación por resonancia magnética, todo indica una ruptura grave.
La franquicia lo descartó de inmediato para el resto del encuentro y la imagen del Thunder rodeándolo en señal de respeto —incluido Shai Gilgeous-Alexander— fue tan fuerte como la reacción de LeBron James en redes sociales: una sola palabra altisonante que expresó la conmoción del momento.
Indiana se fue al descanso con ventaja, pero la pérdida de su líder cambió todo. El equipo colapsó anímicamente y solo pudo anotar 43 puntos en la segunda mitad, cayendo 103-91 ante el mejor equipo de la temporada regular: el Thunder, que cerró con récord de 68-14 y se consagró campeón.