LAS FRANQUICIAS POLÍTICAS

Por Luis Pinal Da Silva

No cabe duda que uno de los mayores lastres que tiene México, son los partidos políticos. Pero hay que enfocarnos a aquellos que se han constituido en un lastre, como son el PVEM y el Movimiento Ciudadano.

Hablemos de este último: Movimiento Ciudadano, donde su dueño no se ha dejado ver en público desde que tuvo que aceptar, de muy mala gana, la candidatura de Jorge Álvarez Máynez a la Presidencia, cargo que él acariciaba obtener.

La desaparición pública de Dante Delgado, coincide con el desplome de la campaña que el partido naranja había montado en medios, ofreciéndose como la opción moderna de la política.

Pareciera que se les acabó el impulso, el fuelle… o el dinero para pagar tantas menciones en diversos medios de comunicación “independientes”.

Y hay que decirlo, Álvarez Máynez no entusiasma ni a sus vecinos, no solo por su pasado multipartidista sino porque se ve chiquito junto al cargo por el que compite.

Se trata de una persona prácticamente desconocida para el grueso de los mexicanos.

Movimiento Ciudadano desperdició todo el tiempo de las precampañas en un proceso que pintaba para ser novedoso y terminó siendo una especie de comedia, de una muy mala comedia con un gobernante bufón, una esposa vacía y aspiracionista y un dirigente con una pinta de mafioso que infunde miedo.

El propio Dante evitó levantarle la mano a su candidato presidencial, en una forma de protesta pasivo-agresiva que no pasó desapercibida para nadie.

Hay que atender al hecho de que el Movimiento Ciudadano no es lo que prometía y quizá hasta ponga en riesgo su registro nacional con esa candidatura.

A menos, claro, que postule a candidatos a diputados y senadores que realmente levanten la votación naranja, porque de los 11 puntos que presumía valer, ahora si bien le va tendrá 4 o 5 en las encuestas.

Caro le salió al partido soltarle la rienda a Samuel García, ya fuera por conveniencia económica o política, o porque no hubo manera de contenerlo.

Pero si el MC se ha caído, en buena medida se lo deben agradecer al gobernador fosforescente.

Y del Verde ni qué hablar. Es una murga de instituto político, cooptado por juniors que han visto en el una mina de oro para seguir vendiendo candidaturas lucrando con la lucha ambientalista siendo sus dirigentes depredadores.