SE ALEJA INVERSIÓN Y NEARSHORING

Por: Marielena Vega

La inversión nueva que se venía dando en promedio en México cayó de 14 mil millones de dólares a menos de 2 mil millones de dólares que se esperan este 2025. ¿Y el nearshoring? Parece que quedó en el olvido cuando todavía hace un año se hablaba de los beneficios que este podría traer a México, comenzando por mayor productividad, crecimiento económico y trabajo.

Hay quien no les gusta que se diga que la inversión se escapa e incluso sale de territorio nacional. Ok, digamos entonces que se queda en la sala de espera, aunque seamos realistas y como cualquier paciente, si no es atendido, se irá a otro lado, y las señales son claras. A grandes males, se requieren de soluciones extremas y aún no hay señales claras.

Vamos por partes. Hoy no todo es porque el exterior esté mal, las decisiones internas están lejos de mandar señales de certeza jurídica, compromiso político y estabilidad económica.

No hay explicación ni certeza, o cómo explicar qué hay más de 20 proyectos de energía eólica que fueron otorgados por autoridades mexicanas, pero se mantienen en litigio y sin permisos para operar. Generando una gran desconfianza entre inversionistas, no solo en el sector energético, sino en general, no saben si sus inversiones retornarán cuando se le apuesta a México.

Es una realidad que la inversión sigue cayendo y ya son consecuencias de las decisiones de la administración pasada, y de esta.

Tan solo hay que recordar el dato de inversión, que se dio a conocer la semana pasada, fue contundente y demostró que sigue en caída consecutiva la inversión interna, y aunque se tuvieron inversiones públicas por las obras insignias de la administración pasada, la realidad es que el entorno y la falta de certeza hace que no sea suficiente.

La inversión privada cayó un 9 por ciento interanual, mientras que la pública se desplomó un 21.2 %. De esta forma, la inversión fija bruta acumuló una caída del 7.3 por ciento interanual en los primeros ocho meses del año, con retrocesos del 5.9 % en la construcción y de 8.8 por ciento en la maquinaria y equipo.

Y qué decir de la inversión privada también decreció un 5.4 por ciento interanual de enero a agosto y la pública un 31.5 por ciento.

El sector automotriz ya sacó plantas, algunas firmas de tecnología y consumo, nacionales y extranjeras, se mantienen en stand by, esperando cuáles serán las decisiones del Gobierno de Claudia Sheinbaum, así como de los acuerdos frente al TMEC.

El crecimiento del país que oscilaba en un promedio de 2%, en este 2025 no alcanzará ni el 1%, y 2026 no será diferente, la incertidumbre se hace más presente, al tratarse de un año donde estará a todo lo que da la revisión del TMEC con Estados Unidos y Canadá.

Un panorama poco aliciente, donde reducir el déficit de 6 a 3 o 4 para el siguiente año, como se plantea en el presupuesto del 2026, será decisivo para darle estabilidad al país, y no caer en una revisión o calificación negativa de parte de las Calificadoras internacionales, haciendo que la confianza del inversionista siga en picada.

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