El tenista serbio sigue haciendo historia en la búsqueda de su Grand Slam número 25
El serbio Novak Djokovic se desquitó de los nervios del primer día de Wimbledon con una placentera victoria ante el británico Dan Evans por 6-3, 6-2 y 6-1.
El de Belgrado, calentó al lado de Carlos Alcaraz en las pistas de entrenamiento del torneo, consiguió una de las victorias más plácidas de los últimos años en el All England Club y una de las más ofensivas, porque consiguió 46 golpes ganadores.
Dedicó la victoria a su familia en el palco con un pequeño baile y lució una sonrisa muy diferente a la del primer día, cuando sufrió para eliminar al francés Alexandre Muller.
Enfrente tuvo a uno de los favoritos del público, Dan Evans, que se ganó el derecho a medirse a Djokovic tras cuatro años sin conseguir un triunfo en Wimbledon y después de ser invitado por la organización.
El inglés dio la talla durante el primer parcial, salvando nueve de los diez puntos de break de los que dispuso Djokovic, pero fue devorado por el serbio a partir de ahí. Djokovic parece ir engrasando la máquina y, pese a todas las sorpresas que asolan el cuadro, continúa adelante en busca de su séptima final consecutiva en el All England Club.
En tercera ronda, donde ha estado en 19 ocasiones, más que ningún otro tenista en la ‘era Abierta’, se enfrentará a su compatriota Miomir Kecmanovic, que eliminó al holandés Jesper de Jong. Kecmanovic y Djokovic se han medido en tres ocasiones, siempre con victoria para el siete veces campeón, que ya le venció aquí en 2022.
“Estos números quieren decir que llevo muchos años jugando. Son grandes estadísticas, más números que años tienen en su vida Alcaraz y Sinner”, concluyó.