La elección en el Estado de México es definitoria para el Presidente, ya que implica gobernar la entidad más poblada del país y dar un golpe mortal al PRI y al “inmortal” Grupo Atlacomulco.
El Estado de México dejó de ser bastión priísta, una entidad que el tricolor había gobernado desde 1925, cuando entró como gobernador Carlos Riva Palacio por el Partido Nacional Revolucionario (predecesor del PRI). De ello han pasado ya 92 años.
El Estado de México es el estado más poblado de la república mexicana y para el poder político es catalogada como “la joya de la corona”, no solo por tener el padrón más grande del país, con 12.3 millones de electores, sino porque es la antesala de las Elecciones Presidenciales de 2024.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Estado de México ocupa el primer lugar a nivel nacional por su número de habitantes que son 16 millones 992 mil 418 personas.
Con sus 22 mil 351 kilómetros cuadrados de territorio, el Estado de México representa el 12.82 % del padrón electoral del territorio nacional, es decir que una buena parte de los votos conquistados en 2023 podrían volver a sufragar en favor del mismo partido favorecido en las elecciones federales de 2024.
En 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador ganó en 31 de los 32 estados de la república, a excepción de Guanajuato. En el Estado de México, superó los 4.3 millones de votos a su favor, por encima del candidato del PRI, José Antonio Meade.
En las elecciones de 2012, los mexiquenses prefirieron votar por su ex gobernador, Enrique Peña Nieto a quien le otorgaron 2.9 millones de votos, mientras que López Obrador quedó en segundo lugar con 2.3 millones.
En las elecciones de 2006, cuando el actual presidente vivió su derrota electoral, también el Estado de México se decantó por el entonces perredista, sobre Felipe Calderón, candidato del PAN a la Presidencia. En ese entonces, el tabasqueño obtuvo 2.4 millones de votos, frente al millón 700 mil que obtuvo el panista.
El Estado de México es la joya de la corona de las elecciones de 2023, pues significan un paso de las elecciones de 2024.
Y de acuerdo a lo que se vivió este 4 de junio, el peso de Andrés Manuel López Obrador fue lo que definió la balanza a favor de Delfina Gómez Álvarez.