Los datos marcan la urgente necesidad de proteger a la infancia y fortalecer las acciones de prevención, atención y justicia.
Cada 4 de junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora el Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión, recordando a menores que han sido afectados por violencia en conflictos armados, abuso en el hogar, delincuencia o explotación.
En México, la violencia contra la niñez es un problema grave. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que, entre 2016 y 2025, se han abierto 2.39 millones de carpetas de investigación por delitos en los que las víctimas fueron menores de edad.
Esto equivale a 239,000 casos anuales o 654 denuncias diarias. Sin embargo, dado que en México la “cifra negra” de delitos no denunciados supera el 90%, el número real de víctimas podría ser mucho mayor.
Con datos del Secretariado han señalado que en 2016 se registraron 275 denuncias, pero en 2024 el número bajó a 23 casos, y en 2025 solo se han reportado 5 carpetas de investigación. Esto se debe a cambios en la tipificación legal.
Además, cifras del Inegi indican que, entre 2015 y 2023, fueron asesinados 12,185 menores de 18 años, es decir, 1,218 homicidios anuales.
Los casos de violencia familiar e incumplimiento de obligaciones se suman 2.32 millones de denuncias en diez años, lo que representa 232,000 casos anuales.
Desde 2016 se han iniciado 22,482 investigaciones de corrupción de menores, con un promedio de 2,248 casos al año.
De 2016 a 2025 se han contabilizado 44,774 casos de violencia equiparada con un promedio de 4,477 denuncias anuales.
Estos datos subrayan la urgente necesidad de proteger a la infancia y fortalecer las acciones de prevención, atención y justicia para garantizar su bienestar y seguridad.
