-Aunque el Estado de México reporta reducciones en homicidios y robo de vehículos, la extorsión y los robos con violencia siguen marcando la vida diaria de miles de mexiquenses, en medio de una cifra negra que supera el 90%.
El Estado de México llega al segundo informe de gobierno de Delfina Gómez con logros en la reducción de homicidios dolosos y robo de vehículos. Sin embargo, la extorsión y los robos en sus distintas modalidades siguen siendo el mayor desafío, según reconoce el secretario de Seguridad estatal, Cristóbal Castañeda Camarillo.
Entre enero y agosto de 2025, se registraron 1875 homicidios, de los cuales 945 fueron con arma de fuego. A esto se suman 930 muertes culposas, 39 feminicidios y 21 secuestros. En contraste, los robos acumularon 67 mil 808 carpetas de investigación, encabezados por el robo de autos (15,554), seguido del robo a negocio (10,478) y a transeúnte (10,331), la mayoría con violencia.
Con 1690 casos registrados, la extorsión se mantiene como el delito más preocupante para la Secretaría de Seguridad. Castañeda lo califica como el “talón de Aquiles” de la estrategia estatal, debido a su persistencia y a la falta de denuncias formales que impiden desmantelar a los líderes detrás de estas redes.
“El fenómeno opera bajo múltiples disfraces: desde llamadas telefónicas hasta cuotas sindicales que en realidad son extorsiones”, explicó el funcionario, quien destacó que, pese a golpes visibles como el aseguramiento de inmuebles y mercancías, la ausencia de denuncias limita la acción penal.
El secretario destacó operativos como Enjambre, Liberación, Fortaleza y Atarraya, enfocados en combatir servidores públicos corruptos, mercados controlados por grupos delictivos, robo de vehículos y giros negros. Además, informó que 45 elementos estatales han sido dados de baja por colusión con la delincuencia, en el marco de una política de cero impunidad.
Los robos, especialmente el de vehículos, negocios y transeúntes, impactan directamente en la percepción ciudadana de inseguridad. A esto se suma la sobrepoblación penitenciaria, que pasó de 34 mil a casi 37 mil internos en un año.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) estima que más del 90% de los delitos en la entidad no se denuncian, lo que sugiere que detrás de las cifras oficiales hay un universo mucho mayor de víctimas invisibles.
El segundo informe de gobierno se presenta con reducciones de hasta 40% en delitos de alto impacto, pero también con retos estructurales que persisten: extorsión, robos y desconfianza ciudadana. “Necesitamos mucho de la denuncia ciudadana”, insistió Castañeda, al subrayar que sin ella, no es posible detener a los cabecillas.
 
 
 























