PACTO DESCAFEINADO

Por Luis Pinal Da Silva

La reunión sostenida en Palenque sobre migración, si bien contó con exponentes nefandos,  abrió la puerta al verdadero debate sobre las motivaciones de millones de latinoamericanos que quieren incorporarse de manera directa al “sueño americano” del bienestar que sus países les niegan.

Resulta paradójico que, mientras el Gobierno de Estados Unidos no sale del asombro y sólo reacciona con el pánico de la invasión humana, las naciones que están empujando a sus ciudadanos a huir de su realidad local tienen la idea general de que está fallando el modelo económico capacidad de bienestar.

Pero si vemos de qué países de trata, entra4remos en cuenta que en dichas naciones no existe ninguna iniciativa real para reconfigurar el sistema productivo y las relaciones comerciales internacionales, amén de que la mayor parte de ellas tienen sistemas que distan de ser democráticos y se circunscriben en el eje autoritario.

Si bien es cierto que la migración ilegal es la expresión de un problema muy profundo que se puede resumir en una sola idea: el fracaso del modelo productivo capitalista subdesarrollado, también lo es que dichos países han hecho todo, menos trabajar a fondo y con programas efectivos para evitar el éxodo de sus ciudadanos.

Por ejemplo, el caso de México, que vemos que cuenta con un tratado comercial con Estados Unidos que le ha permitido multiplicar por diez el comercio exterior y, a pesar de ello, no se tiene efecto alguno en el bienestar social.

Las cifras no mienten: 60 por ciento de los trabajadores sigue siendo de informales y 80 por ciento de la población vive en condiciones de restricciones, marginación y pobreza.

En contraparte, 15 ricos mexicanos tienen 12 por ciento del PIB.

Y a la situación de sistemas productivos insuficientes se suma el fracaso en la gestión política de los estados por la consolidación de bandas de la delincuencia organizada que han tomado controles territoriales de las soberanías de los estados y están imponiendo su régimen de violencia, entonces los ciudadanos de países al sur del río Bravo lidian con la pobreza y con la violencia.

La reunión de Palenque tuvo la decisión de excluir a Estados Unidos, sin entender que el problema radica justamente en la Unión Americana, ya que el sistema productivo capitalista no alcanza para generar bienestar y los adictos estadounidenses están determinando el volumen de producción y tráfico de drogas.

Es decir: no habrá solución al problema de migración y narcotráfico sin un compromiso real de Washington; o como se diría: sin Estados Unidos nos quieren vender “espejitos”.

Sin duda alguna, se trata de un pacto descafeinado.

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