El jefe de gobierno capitalino resaltó que este santuario es uno de los más de 3,000 templos restaurados en la capital.
Martí Batres Guadarrama, l jefe de Gobierno de la Ciudad de México, junto con Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura del Gobierno de México, entregaron las obras de restauración del Santuario de la Asunción de María, situado en la Alcaldía Milpa Alta.
Estas labores fueron ejecutadas por la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, beneficiando a 152 mil 685 habitantes como parte del esfuerzo por rehabilitar templos dañados por el sismo del 19 de septiembre de 2017. Este proyecto tiene como fin preservar el patrimonio histórico, artístico y cultural de las comunidades originarias.
El santuario, con 416 años de antigüedad, fue objeto de una intervención que abarcó 150 metros cúbicos y requirió una inversión de 12.7 millones de pesos. Se llevaron a cabo trabajos para recuperar la policromía y la estructura original del siglo XVII, lo que incluyó la reparación de las cubiertas del templo, la reconstrucción de la torre del campanario, la fachada y las escaleras.
Batres informó que se restauraron cuatro cúpulas, la linternilla y dos espadañas dañadas, y se impermeabilizó el edificio.
“La parroquia es muy importante para el pueblo, es un punto de referencia de identidad, es un punto de referencia cultural, pero es la identidad del pueblo también. Aquí en las parroquias, en las iglesias, en los templos se ejercen los derechos religiosos de la mayoría del pueblo mexicano, pero también son parte del patrimonio cultural y esto es muy importante, o sea, que a nosotros como Gobierno, eso nos interesa. (…) Nos da mucho gusto estar con ustedes y compartir la alegría de los feligreses, ahora que se restaura la belleza del Santuario Diocesano de la Asunción de María en Milpa Alta”, expresó Martí Batres.
Batres subrayó que, siguiendo las directrices del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han restaurado más de 3 mil templos a través de la Secretaría de Cultura Federal, y reiteró el compromiso del Gobierno capitalino en la recuperación de estos espacios, fundamentales para la religiosidad de las comunidades.