Busca avanzar en sostenibilidad promoviendo un desarrollo equilibrado.
San Mateo Atenco se posiciona en el número 26 en el estado en implementar un Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL), una herramienta fundamental, que establece las bases para identificar riesgos por eventos naturales, marcando las pautas para prevenir el deterioro de los recursos naturales.
La presidenta municipal, Ana Muñiz Neyra, subrayó que este programa es crucial para garantizar un desarrollo sostenible que respete y conserve los recursos naturales, asegurando que las generaciones futuras puedan disfrutar de un entorno próspero y saludable.
POEL no solo aborda la gestión del territorio, integra la planificación urbana, la protección del medio ambiente y el cumplimiento de normativas ambientales, asegurando el crecimiento del municipio de manera ordenada y respetuosa con el entorno natural.
La implementación de este programa también marca un avance significativo en el objetivo de San Mateo Atenco de convertirse en un referente en materia de desarrollo sostenible a nivel estatal y nacional.
Este programa tendrá un impacto directo en la calidad de vida de los habitantes de San Mateo Atenco. La regulación en el uso del suelo y la protección de los recursos naturales, buscan crear un equilibrio entre el crecimiento urbano y la preservación del medio ambiente.
Muñiz Neyra destacó que el POEL permitirá ofrecer condiciones de prosperidad sin comprometer los recursos naturales, promoviendo un desarrollo basado en el principio de justicia social, además de facilitar la identificación de áreas de riesgo por eventos naturales, algo crucial en la región, que enfrenta desafíos ambientales, para poder tomar medidas preventivas que protegeran a la población y a los ecosistemas locales.
Asi de esta manera se convierte en una herramiento de planficación que mejora la resiliencia del municipios frente a desastres naturales
Además Muñiz Neyra hizo el reconocimiento del “Ahuehuete de la Unidad Atenquense” como árbol emblemático de San Mateo Atenco es un símbolo del compromiso del municipio con la conservación de su patrimonio natural.
Con una edad de 170 años de edad, ha sido testigo de la historia local, representando la identidad y la unidad del municipio.